jueves, 8 de enero de 2015

La absurda apropiación de Sendero Luminoso de la canción "Flor de Retama"

Tras años de superado (...) el conflicto armado interno, cierto sector revive la absurda idea de que todo aquel que entona la canción "Flor de retama" es o tiene afinidad con Sendero Luminoso, el grupo terrorista que infundió caos y muertes en nuestro país. Esta idea trillada es una injusticia para la canción, pero principalmente para quienes está dedicada. A continuación, la verdadera historia detrás de la melodía triste.

Era 1969, el Perú vivía bajo el régimen militar del general Juan Velasco Alvarado. En Ayacucho llegó la noticia de que el gobierno había decidido que todos los estudiantes de colegios públicos que desaprobaran alguna materia, automáticamente perdían el beneficio de la educación gratuita y debían darle un importe al Estado de 100 nuevos soles. Los afectados eran, en su mayoría, hijos de campesinos, que desaprobaban ciertas materias por la limitación del lenguaje. Ellos, que eran quechuahablantes, tenían problemas con cursos de Lenguaje e Inglés.

La ciudad se levantó en contra de esa arbitrariedad y durante dos días, el 21 y el 22 de julio del 69, los huantinos defendieron la gratuidad de la enseñanza. En respuesta, el gobierno ordenó a sus tropas reprimir el levantamiento. Más de 20 personas, entre estudiantes y campesinos, murieron.

Ricardo Dolorier decidió escribir esta canción motivado por la lucha de los ayacuchanos y por el dolor que le generaba el silencio de la autoridad frente a la masacre. Alzó su voz de protesta a ritmo de una canción con aires de lamento, con una musicalidad pausada que reivindica al pueblo caído y oprimido por un régimen dictatorial. El gobierno militar prohibió su reproducción, pero no  evitó que sea entonada en los bares y en conciertos a puertas cerradas.

Se convirtió en un himno de los ayacuchanos identificados con la letra, a la que consideraron un acto de justicia. Es, además, un grito que acusa a los gobiernos represivos y dictatoriales, que con falsos discursos buscan apropiarse del poder.

Cuando inicia el conflicto armado interno y Sendero se filtra en la sociedad ayacuchana, hicieron de esta canción su herramienta de difusión. Se la apropiaron y le dieron otro significado, manchando de una sangre distinta a la que se había querido reivindicar. Se prohíbe su reproducción y se establece un medio de censura contra todo aquel que la interprete, pues, inevitablemente, estaba ligada a Sendero Luminoso y a Abimael Guzmán.

El 6 de noviembre de 2009, a propósito de los 40 años de creada la canción, se reconoció el valor de la letra en el contexto en que fue elaborada y se designó esa fecha como el día de la canción ayacuchana. 

Respecto a la perversión de su canción, Dolorier aseguró en una entrevista que la razón de que en la actualidad su melodía genere tanta controversia y despierte pasiones se debe a que abundan personas mal informadas.






"El domingo 22 de junio, se produjo un mitin en Huanta con la participación de padres de familia y estudiantes. Un grupo de campesinos, para llegar a la plaza a fin de participar en el mitin, quiso pasar por la calle donde estaba la comisaría. Cuentan que una campesina, con un palo en mano, se enfrentó a los policías que no dejaban pasar a los comuneros a la plaza. 'Una sola es la vida, una sola es la muerte', dicen que gritó la mujer antes de ser acribillada a quemarropa por los sinchis. Desde ese momento todo se tornó incontrolable. Los policías de Huanta recibieron apoyo de Huamanga y los sinchis dispararon a matar con la intención de escarmentar a los estudiantes y al pueblo de Huanta que luchaba por sus derechos ante una medida torpe del gobierno militar. Oficialmente, el gobierno reconoció 20 muertos entre campesinos y estudiantes, pero hay versiones de comuneros que indican que los sinchis recogieron muertos en un camión de basura para sepultarlos clandestinamente".

Tomado de: 
Diario 16, 2 de marzo de 2013.
Artículo escrito por Milagros Olivera