domingo, 21 de junio de 2015

MARCO AURELIO DENEGRI CON MANUEL ACOSTA OJEDA

Cuando Marco Aurelio Denegri tenía su programa "A solas con Marco Aurelio Denegri" en Cable Mágico Cultural, realizó una entrevista al gran compositor peruano Manuel Acosta Ojeda. Durante 55 minutos podemos acceder a esa mezcla de sabiduría popular y formación autodidacta que es Acosta Ojeda, además de un compositor comprometido con la justicia y el socialismo. Una manera distinta y provechosa de pasar este día de celebración.


lunes, 18 de mayo de 2015

LA KMC: POLÍTICOS DE MIERDA





¿Dónde está la democracia?
Porque yo no la encuentro.
Estoy hasta los cojones
de escuchar el mismo cuento.

Obreros con martillos y palos,
todos unidos,
luchando por un destino elegido.

Hace falta nueva gente
para cambiar la situación.
Hay que salir a la calle
porque tenemos la razón.

Revolución en las calles.
revolución en las plazas,
revolución en institutos y en las casas.

Hemos de juntarnos todos
tanto vieja como nueva escuela
para decir que ¡ya basta!

Una vez elegido
se acabó la prometido
y encima pretendes, cabrón,
que el pueblo esté contigo.


martes, 3 de febrero de 2015

PETE SEEGER: VIVA LA QUINCE BRIGADA

Pete Seeger: cantor comunista

Pete Seeger fue uno de los ciudadanos estadounidenses que he conocido que me impresionó más por su modestia, por su amabilidad, por su gentileza y, sobe todo, por su compromiso contra la explotación, ya fuera de clase social, de raza, de género o de nación. Y lo hacía como mejor sabía, con sus canciones, su banjo y su guitarra. Su objetivo era ayudar –con sus canciones- a movilizar a la gente normal y corriente, perteneciente a las clases populares, para conseguir un mundo mejor, es decir, más justo y más libre. Como dijo en una ocasión, cuando “la gente trabajadora canta conjuntamente canciones populares, ello le da gran fuerza, pues cantar juntos transmite una emoción de solidaridad que la empodera”. Pete Seeger tenía una visión clara y comprometida del valor de la música y del canto popular. Recogía –según él- las vivencias y experiencia de las clases populares. Más de una vez me he acordado de esta observación de Pete Seeger cuando, en las manifestaciones populares en las que participo en España, echó en falta que la gente cante las bellísimas canciones populares de resistencia que destilan el deseo de justicia y libertad entre las clases populares de nuestro país.


Conocí a Pete Seeger durante los años de la dictadura en que yo estaba viviendo en EEUU. Conocía bien España, en donde había estado en varias ocasiones durante la dictadura. En 1971 coincidió con un año de gran agitación laboral y social, cuando los trabajadores de la SEAT paralizaron la producción siguiendo la heroica lucha del mundo del trabajo que históricamente había caracterizado a los barrios obreros de Barcelona (ver mi artículo “La Sagrera, la Catalunya real”, Público, 26.11.13), y varios de sus conciertos fueron prohibidos. Vino a España para mostrar su solidaridad con la resistencia antifascista. Como indicó en más de una ocasión, “utilizo mi banjo como mi arma contra el fascismo”. Las canciones ¡Viva la Quince Brigada!, Ay Carmela o Si me quieres escribir en sus labios adquirían una gran emotividad solidaria. Las cantó también en EEUU frecuentemente durante la dictadura para mostrar esta solidaridad. Fue un gran amigo de la España republicana y de los que lucharon para defenderla. Amigos comunes de las Brigadas Internacionales me lo habían presentado, y siempre que se le pidió en EEUU que colaborara en algún acto de apoyo a la resistencia antifascista española lo hizo. Era bien conocido entre los resistentes antifascistas que “Pete siempre está disponible”. Pete Seeger fue miembro del Partido Comunista de EEUU, junto con Woody Guthrie. Este último fue el fundador de la música folk en EEUU, y autor, entre otras canciones, de This Land Is Your Land (Esta tierra es tu tierra), que se ha convertido en el himno nacional de las izquierdas estadounidenses.

El padre de Pete Seeger era un famoso musicólogo que había invitado a Guthrie para visitarle, pues quería conocer su música. Así fue como Seeger conoció a Guthrie. Pete estaba entonces estudiando en la Harvard University, en la misma clase que el que fue más tarde el Presidente John F. Kennedy. Creó una revista radical y militó en la Juventud Comunista en aquella universidad. Pete dejó la universidad sin terminar los estudios y se fue más tarde con Guthrie al oeste atravesando todo el país juntos. Y así fue como se estableció una relación muy importante entre los dos. Comunistas los dos, daban conciertos en actos de los sindicatos, apoyándoles en la lucha diaria contra el gran mundo empresarial que se resistía a aceptar los sindicatos.

La canción como acto político

Seeger testificando en el Comité de Actividades Antiamericanas

Autor de muchas canciones, cada una mostraba su clara militancia. Es desde esta época que Seeger siempre intentaba que la audiencia le siguiera en sus cantos. Nunca vio sus conciertos como un acto para el público, sino con el público. Era imposible ir a un concierto de Seeger sin terminar cantando con él. Los conciertos eran actos de celebración conjunta. El álbum Sing Out With Pete! (¡Cantad en voz alta con Pete!), o las canciones If I Had a Hammer (Si yo tuviera un martillo), escrita con Lee Hays, y Where Have All the Flowers Gone? (¿Dónde han ido todas las flores?), que se hicieron enormemente populares, eran cánticos revolucionarios (escritos en los años cincuenta y sesenta, cuando los agitadores laborales estaban brutalmente reprimidos y el Partido Comunista perseguido). Llamado a testificar en el nefasto comité de la Cámara de Representantes, el Comité de Actividades Antiamericanas, se negó a revelar los nombres de otros cantantes y amigos comunistas, lo que le costó una pena de cárcel que no llegó a cumplir como consecuencia del rechazo de la condena por parte de un tribunal de apelación. Estuvo vetado en los fórums televisivo o radiofónico.

Añadió más tarde su voz a la lucha por los derechos civiles de Martin Luther King (que estuvo también claramente influenciado por el Partido Comunista), habiendo sido uno de los autores de la versión más conocida de la canción We Shall Overcome, que se convirtió en un himno del movimiento negro de liberación liderado por Martin Luther King. En realidad, pocos conocen que este himno, la versión original de Seeger, estaba basado en un canto obrero que se llamaba We Will Overcome, cantado originalmente por los trabajadores negros de los campos de tabaco de Carolina del Sur, durante periodos de huelga. Su autor era uno de estos trabajadores, Lucille Simmons. Seegel cambió de Will a Shall (de haremos a debemos hacer), enfatizando la necesidad y urgencia de movilizarse. Esta canción cuajó entre el movimiento negro hasta convertirse en su himno.


La característica que lo hizo tan valioso fue su contundencia, coherencia y habilidad de conectar con las clases populares de EEUU, una de las primeras víctimas del sistema económico-político que domina aquel país. Fue precisamente esta conexión y su enorme influencia a través de sus discípulos, entre los que se incluyen Bob Dylan, Joan Baez y Bruce Springsteen, entre muchos otros, lo que explica que, a petición de la gran mayoría de cantautores populares del país, el Presidente Clinton le concediera la máxima condecoración que se puede dar a un artista en EEUU The National Medal of Arts. Mucho se ha escrito de lo que se ha llamado el conflicto con Bob Dylan, que ocurrió a raíz de un concierto en el que Pete Seeger lo criticó por distanciarse de la tradición de la música folk, tanto en contenido como en estilo. Bob Dylan era un cantautor solitario, cuyas actuaciones giraban siempre en torno a él, con una gran parafernalia exterior. Sus actos eran conciertos para el público muy centrados en el artista. Era una crítica, no personal, sino profundamente política (cargada de razón, por cierto), crítica que también hizo a Joan Baez y que podría hacerse a muchos cantautores en España. El compromiso de Pete Seeger era radical, y no cedía en demostraciones que pudieran distanciar el canto y la canción de la lucha con la cual se identificaba.

El compromiso político de Pete Seeger y su coherencia

La última vez que le vi fue en la fiesta celebrando la investidura del Presidente Obama, cuando él y Springsteen protagonizaron el gran concierto de gala. El punto álgido fue cuando Pete Seeger, con la ayuda de Springsteen, para terminar el concierto, cantó la canción del que había sido su maestro, Woody Guthrie, This Land is Your Land. Muchos sabíamos que había una frase en aquella canción que había estado vetada desde los años cincuenta y que nunca se incluía en la canción, prohibida en los grandes estudios. Aquella frase subrayaba que “esta tierra no es de los propietarios del capital, sino del pueblo, de gente como tú y yo”. Pues bien, en el momento final del concierto, y al final de la canción, Pete Seeger, mirando al Presidente de EEUU, la cantó, provocando la mayor ovación del público en el concierto. Con aquel gesto, Pete quería recordarle al presidente que el país era propiedad de su pueblo, y no de la estructura económica y financiera que controla el gobierno federal de EEUU (el 78% de la población estadounidense no cree que el gobierno y el Congreso represente sus intereses). El aplauso de una enorme audiencia y de  millones de estadounidenses en su casa que estaban siguiendo el concierto fue enorme. Su coraje, su enorme coherencia y su gran amor por el país y su pueblo, fue lo que le hizo tan valioso y querido.



Uno de los últimos temas con el que estaba comprometido era la limpieza del río Hudson, forzando, a través de movilizaciones en toda la región, a que la mayor empresa contaminante, General Electric, tuviera que pagar 500 millones de dólares para limpiarlo. Y otro tema era organizar una escuela de canto, con coral incluida, de los niños de su pueblo. Así era Pete Seeger. Y lo hizo con la ayuda de su espléndida esposa, Toshi (a la cual Seeger definía como el “cerebro de su familia”), con la cual estuvo casado durante 70 años, que había muerto recientemente, a los 91 años. Pete murió el pasado 27 de enero, a los 94 años. Su coherencia le llevó a participar en los movimientos contestatarios más importantes que han existido en EEUU, enriqueciéndolos con su voz y con sus cantos. Luchó defendiendo la causa de los trabajadores (en los años cuarenta y cincuenta), de la población negra (en los años sesenta), del movimiento antiguerra del Vietnam (también en los años sesenta), y de los sucesivos movimientos en contra de las periódicas guerras que el gobierno federal interviene y a favor de la protección del ambiente en los años ochenta y noventa, luchas todas ellas que tenían un común denominador, la lucha contra la explotación, sin nunca renunciar a sus principios, basados en sus orígenes. Aunque se distanció del Partido Comunista debido a la invasión de Hungría por parte de la Unión Soviética, nunca renunció a sus principios, definiéndose como lo hizo solo un par de meses antes de morir, simplemente como un “comunista sencillo, sin más”. Fue un gran ciudadano estadounidense, profundamente comprometido con las clases populares de aquel país, convirtiéndose en la voz (a través de sus cantos) de los que, siendo mayoría, habían dejado de tenerla.

Seeger en una de sus úlitmas presentaciones, con uno de sus mejores discípulos: Bruce Springteen


Tomado de:
Pete Seeger, la canción como acto movilizador, de Vicenc Navarro

jueves, 8 de enero de 2015

La absurda apropiación de Sendero Luminoso de la canción "Flor de Retama"

Tras años de superado (...) el conflicto armado interno, cierto sector revive la absurda idea de que todo aquel que entona la canción "Flor de retama" es o tiene afinidad con Sendero Luminoso, el grupo terrorista que infundió caos y muertes en nuestro país. Esta idea trillada es una injusticia para la canción, pero principalmente para quienes está dedicada. A continuación, la verdadera historia detrás de la melodía triste.

Era 1969, el Perú vivía bajo el régimen militar del general Juan Velasco Alvarado. En Ayacucho llegó la noticia de que el gobierno había decidido que todos los estudiantes de colegios públicos que desaprobaran alguna materia, automáticamente perdían el beneficio de la educación gratuita y debían darle un importe al Estado de 100 nuevos soles. Los afectados eran, en su mayoría, hijos de campesinos, que desaprobaban ciertas materias por la limitación del lenguaje. Ellos, que eran quechuahablantes, tenían problemas con cursos de Lenguaje e Inglés.

La ciudad se levantó en contra de esa arbitrariedad y durante dos días, el 21 y el 22 de julio del 69, los huantinos defendieron la gratuidad de la enseñanza. En respuesta, el gobierno ordenó a sus tropas reprimir el levantamiento. Más de 20 personas, entre estudiantes y campesinos, murieron.

Ricardo Dolorier decidió escribir esta canción motivado por la lucha de los ayacuchanos y por el dolor que le generaba el silencio de la autoridad frente a la masacre. Alzó su voz de protesta a ritmo de una canción con aires de lamento, con una musicalidad pausada que reivindica al pueblo caído y oprimido por un régimen dictatorial. El gobierno militar prohibió su reproducción, pero no  evitó que sea entonada en los bares y en conciertos a puertas cerradas.

Se convirtió en un himno de los ayacuchanos identificados con la letra, a la que consideraron un acto de justicia. Es, además, un grito que acusa a los gobiernos represivos y dictatoriales, que con falsos discursos buscan apropiarse del poder.

Cuando inicia el conflicto armado interno y Sendero se filtra en la sociedad ayacuchana, hicieron de esta canción su herramienta de difusión. Se la apropiaron y le dieron otro significado, manchando de una sangre distinta a la que se había querido reivindicar. Se prohíbe su reproducción y se establece un medio de censura contra todo aquel que la interprete, pues, inevitablemente, estaba ligada a Sendero Luminoso y a Abimael Guzmán.

El 6 de noviembre de 2009, a propósito de los 40 años de creada la canción, se reconoció el valor de la letra en el contexto en que fue elaborada y se designó esa fecha como el día de la canción ayacuchana. 

Respecto a la perversión de su canción, Dolorier aseguró en una entrevista que la razón de que en la actualidad su melodía genere tanta controversia y despierte pasiones se debe a que abundan personas mal informadas.






"El domingo 22 de junio, se produjo un mitin en Huanta con la participación de padres de familia y estudiantes. Un grupo de campesinos, para llegar a la plaza a fin de participar en el mitin, quiso pasar por la calle donde estaba la comisaría. Cuentan que una campesina, con un palo en mano, se enfrentó a los policías que no dejaban pasar a los comuneros a la plaza. 'Una sola es la vida, una sola es la muerte', dicen que gritó la mujer antes de ser acribillada a quemarropa por los sinchis. Desde ese momento todo se tornó incontrolable. Los policías de Huanta recibieron apoyo de Huamanga y los sinchis dispararon a matar con la intención de escarmentar a los estudiantes y al pueblo de Huanta que luchaba por sus derechos ante una medida torpe del gobierno militar. Oficialmente, el gobierno reconoció 20 muertos entre campesinos y estudiantes, pero hay versiones de comuneros que indican que los sinchis recogieron muertos en un camión de basura para sepultarlos clandestinamente".

Tomado de: 
Diario 16, 2 de marzo de 2013.
Artículo escrito por Milagros Olivera